Hablábamos hace unos dias del modelo de conocimiento de Isidro Fainé, diciendo que «la historia del mundo no es sino la biografía de grandes hombres».
Pero la biografía de Isidro Fainé no es sólo un modelo de conocimiento, también lo es de honestidad y honradez en el mundo de la empresa, donde la ética no es muy común entre la mayoría de directivos y ejecutivos.
Pongamos como ejemplo una de sus inteligentes y oportunas intervenciones en la crisis de las Cajas de Ahorro. Nos vamos al primer trimestre del 2012 cuando Banca Cívica (bonito y curioso oximoron)) formado por Caja Navarra, Caja General de Canarias, Caja de Burgos y Cajasol, acordó integrarse en CaixaBank. Con posterioridad en el verano de ese mismo año se formaliza la absorción de Banca Cívica por CaixaBank.
Según narra Ernesto Ekaizer en su documentado libro «El libro negro» : «Banca Cívica, un grupo supuestamente saneado que acababa de salir a Bolsa el 21 de julio de 2011, aportaba un patrimonio contable de 2.156 millones de euros.
¿Qué significaba esto? Que en términos de valor de mercado Banca Cívica no valía nada, con un patrimonio negativo de 564 millones de euros. Y aun así se pagaron 778 millones en acciones de CaixaBank.?
¿Cómo se puede explicar que Banca Cívica tuviese un valor patrimonial negativo si todos sus activos (básicamente préstamos por 57.000 millones) habían sido adquiridos a las cuatro cajas de ahorros citadas el 1 de enero de 2011 y pagados a precios de mercado de esa fecha?
¿Podía producirse en apenas un año un deterioro de tal magnitud que se había comido todo su patrimonio?»
En fin… Pues saben ustedes lo que le dijo Isidro Fainé (una vez firmada la operación de absorción de Banca Cívica por CaixaBank) al hasta ese momento copresidente de Banca Cívica y Director General de Caja Navarra Enrique Goñi???
Pues en un gesto de honradez y honestidad que le distingue en ese proceloso mundo de la empresa, sencillamente le dijo: NO QUIERO VOLVER A VERTE.
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