Ante las insistentes preguntas  de nuestros queridos lectores, vamos a aclarar algunos puntos.

La caída del banco californiano Silicon Valley Bank (SVB), así como la crisis del Credit Suisse,  han sido el origen de  un pequeño seísmo en el sector bancario. Y el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, acaba de decir que esto “pone de manifiesto la rapidez con la que se puede vaciar un banco”. El exministro de Economía  ha dicho, casualmente  en la Fundación La Caixa, como con una banca digitalizada y unos mercados influenciados por las redes sociales, este tipo de episodios puede ser vertiginoso. Y lo ha dicho, precisamente en La Caixa. Aviso para navegantes!!!

El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, este viernes en Madrid.

El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos,  en Madrid.© ZIPI ARAGON (EFE)
 
Lo que le preocupa al Sr. de Guindos es que ni el Banco de España ni el Banco Central Europeo saben la foto de la liquidez del  día a día de los bancos y menos de la solvencia. Gran cantidad de  derivados (instrumentos financieros cuyo valor depende del precio de mercado de un activo llamado subyacente) se utilizan como protección en caso de que el producto  subyacente al que estén ligados, cambie. Nadie puede conocer día a día, por tanto,  la posición real de  liquidez de los bancos. Por ello, en la actualidad,  la banca digitalizada y las redes sociales pueden ser un cóctel explosivo para hacer saltar por los aires la liquidez de los bancos.
 
Las bancarrotas fueron un fenómeno recurrente desde que se crearon los primeros bancos. Pero hasta finales del siglo XIX sus daños eran limitados. Desde entonces la economía ha cambiado mucho  y las crisis bancarias ya no son problemas que afecten solo a los dueños de las entidades y a sus depositantes , sino que arrasan paises enteros e incluso pueden llegar a destrozar la economía mundial, como ha sucedido dos veces en menos de un siglo.
 
Desde principios del siglo XX,  y después de cada crisis, se ha intentado resolver el problema de la fragilidad del dinero bancario aumentando cada vez más la protección del Estado a los bancos para que los depositantes no pierdan la confianza en ellos; asimismo se han aprobado regulaciones, cada vez más voluminosas y complejas, con el fin de reducir la factura de los contribuyentes cuando los bancos no pueden reembolsar sus promesas de pago, los depósitos de sus clientes. 

Y decíamos hace unos dias precisamente que,  uno de los problemas actuales de CaixaBank es que los depósitos que tiene de los clientes, que utilizamos como si fuera dinero, son un dinero frágil. Es un dinero no seguro y su valor puede variar.

La cuestión es  que usamos como dinero los depósitos bancarios  privados que no son propiamente dinero, cuyo valor no varía, sino unos activos financieros con riesgo.

En el sistema actual hay una parte del dinero que su valor nominal -o facial- no varía: el dinero en billetes que imprimen los bancos centrales. Es el dinero público cuyo valor no cambia porque no es un activo financiero. 

Pero esta característica de mantener su valor no la tienen los depósitos en los bancos privados, no mantiene su valor porque está invertido o prestado. Es un dinero que no está depositado ni custodiado, porque no está guardado.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, lleva tiempo recomendando prudencia a los bancos y pidiéndoles que aumenten sus provisiones a la vista de los malos tiempos que se avecinan.  CaixaBank no ha hecho ni caso y ha realizado una distribución de dividendos a sus accionistas histórica. Un 58 por ciento más que el del año anterior. Es decir, vamos a repartir, por si acaso.

El informe de Autonomous Research, firma de Alliance Bernstein que ofrece  cifras ante la petición de información por parte de los inversores,  estima que el porcentaje de depósitos garantizados es del 67% en el caso de CaixaBank y que por ejemplo  Ibercaja, tenía un porcentaje de depósitos garantizados del 77%, Abanca y Unicaja, del 70%.

Por eso decimos que el dinero depositado en el banco (en este caso  Caixabank) no es seguro, es un dinero frágil. 

De ahí los avisos del vicepresidente del Banco Central Europeo. No hace falta hacer colas en las sucursales de CaixaBank o en los cajeros para ir a retirar nuestro dinero; simplemente con que el 15% por ciento de los depositantes de CaixaBank les dé por retirar su dinero vía telemática, es decir, por internet, el resto habremos perdido nuestros ahorros. Ojo al dato!!! Por eso avisa el ex ministro de economía?

Cuidadín, cuidadín.!!!