El sector bancario quiere también morder en los fondos Next Generation
Redacción 24/01/2022
La banca española se encuentra en un momento dulce, con una rentabilidad en máximos históricos y con la nueva CaixaBank pilotando esta resurrección del sector. Sin duda, el efecto contable de la integración de Bankia en el grupo CaixaBank ha sido determinante. Pero eso no nos puede hacer olvidar que, de un modo u otro, el sector bancario lleva recibiendo respiración asistida al menos desde la gran crisis de 2008.
Durante un tiempo fueron ayudas directas, que en el caso español pueden estimarse en más de 60.000 millones de euros. Después se han establecido ayudas indirectas fundamentalmente mediante la política de tipos negativos del Banco Central Europeo y los apoyos prestados por el FMI. Años y años de apoyo a la banca de un modo que aún siguen vigentes y que ningún otro sector ha tenido nunca.
Sin embargo, en los últimos meses de 2021, la banca se ha enfadado y el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, fue el encargado de verbalizarlo: “La banca debe jugar un papel muy importante en la distribución de los fondos europeos… ¿Por qué no nos han llamado? Esa pregunta no es para nosotros”.
Según el máximo ejecutivo de la segunda entidad española, “estaríamos encantados” de ayudar en el reparto de los 140.000 millones que recibirá España de Bruselas a través de los fondos Next Generation.
El gobierno no ha dicho que no
El gobierno no ha dicho todavía que no. España ha recibido ya dos paquetes de dichas ayudas, por un valor superior a los 10.000 millones de euros, pero todo apunta a que está teniendo problemas para distribuirlos adecuadamente y la Comisión Europea ya ha dado algún tirón de orejas al gobierno de Pedro Sánchez.
En la reunión anual del Cercle de Economía en noviembre del pasado año, Goirigolzarri afirmó que la banca “tiene la capacidad para movilizarlos [los fondos], tiene criterio para valorar las operaciones y la capilaridad necesaria para hacerlos posibles”, como bien ha demostrado su historia reciente de dilapidaciones y pérdidas incalculables. Al parecer, y según citaba recientemente Economía Digital, el Ejecutivo no cierra la puerta a esa participación: “En algunos casos -declararon fuentes próximas al gobierno – será interesante la ayuda de la banca por el volumen de canalización de estos fondos”.
Habrá que estar atentos.
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