Bankpyme fue adquirida por CaixaBank hace años y condenada en la venta de productos asesorados

 

Un juzgado de Valencia obliga a devolver la inversión de un producto asesorado

Hace solo unos días que el Juzgado de Primera Instancia de Valencia condenó a la nueva CaixaBank a devolver su inversión e indemnizar a un cliente. El motivo: negligencia en el cumplimiento de sus obligaciones de diligencia, lealtad e información como “prestador de servicios de inversión” y “comercializador” de un producto bancario denominado Bonos AISA en una venta asesorada.

Lo interesante de la condena, muy bien argumentada por el juzgado según los expertos, es que evidencia las argucias de la entidad financiera para justificar su intento de desatender la justa reclamación de su cliente. Fuentes solventes conocedoras de la sentencia y de sus detalles técnicos hablan de “burda ingeniería jurídica” para explicar las maniobras de CaixaBank.

CaixaBank trata de eludir su responsabilidad

La cuestión se remonta a hace muchos años, cuando un cliente del Banco de la Pequeña y Mediana Empresa (Bankpyme) adquirió unos productos financieros, denominados Bonos AISA, que resultaron fallidos. Antes de que el cliente pudiera hacer efectiva su reclamación,  CaixaBank adquirió Bankpyme en diciembre de 2011. Amparándose en las complejas cláusulas de la operación de compraventa, CaixaBank sostiene que carece de cualquier responsabilidad en tales bonos y descarta por tanto atender la reclamación del cliente.

El juez, sin embargo, en una sentencia modélica, que puede ser muy importante para futuras reclamaciones. Desmonta los argumentos de CaixaBank y deja claro que lo que esta entidad pretendía, tras la absorción de Bankpyme, era adquirir los activos y la inversión sana y dejar que la inversión tóxica y litigiosa se quedara en Bankpyme, obligada a acudir a concurso para no hacer frente a sus compromisos con los clientes afectados por productos financieros basura.

La sentencia se dictó el 22 de diciembre de 2021 y está pendiente de posibles recursos. Pero, más allá de ello, expertos consultados por caixabankia.com señalan el riesgo de esta sentencia para CaixaBank toda vez que la entidad ha adquirido en los últimos años docenas de pequeñas cajas y entidades bancarias en las que estas prácticas podrían ser calificadas de frecuentes. Cabría pensar, señalan estas fuentes, que la sentencia marcará una senda de reclamaciones de consecuencias difíciles de prever.