Redacción. 23 de mayo de 2022
El nuevo Plan Estratégico de CaixaBank tiene solo dos ideas consistentes: retribuir generosamente al accionista y no devolver un euro de lo que debe al Estado. Todo lo demás es farfolla. Sin olvidar que el accionista principal es Criteria, el vehículo inversor de la Fundación La Caixa, que preside Fainé. Todo queda en casa.
Como programas electorales
Históricamente, los bancos en general, y la Caixa en particular, no se han tomado nunca muy en serio lo de cumplir con los planes estratégicos que presentan periódicamente al mercado. Pero la llegada de Goirigolzarri a la presidencia ha disparado la capacidad de incumplimiento de la nueva CaixaBank, porque el afamado ejecutivo vasco tiene una larga tradición -perfectamente acreditada en Bankia- de ignorar por completo cualquiera de los objetivos marcados.
En realidad, los planes estratégicos de los bancos tienen mucho en común con los programas electorales de los partidos. Un montón de profesionales -ejecutivos o militantes, según el caso- dedican horas, meses o incluso años a escribir unos papeles cargados de análisis sesudos sobre los que se sustentan promesas variadas y después los mandamases los ignoran con absoluta displicencia con el pretexto de que las condiciones objetivas no se lo han permitido.
En el caso de este nuevo Plan Estratégico de CaixaBank, ni siquiera los técnicos se han esforzado mucho: han regado el texto de palabras perfectamente vacías -calidad de servicio, digitalización, atención personalizada, sostenibilidad- y con eso han conseguido que los medios y los analistas, adecuadamente adiestrados, jaleen la proeza.
Solo dos compromisos
Solo hay dos compromisos reales, y uno de ellos ni siquiera está escrito de manera clara, por aquello de guardar las formas. El primero, y ya lo escribimos aquí en nuestra pieza anterior, es la retribución al accionista por encima del 12%. Pero es que el mayor accionista de CaixaBank es la propia CaixaBank a través de un sofisticado mecanismo, ideado, ejecutado y dirigido con mano maestra por Isidro Fainé. El mecanismo consiste en depositar más del 40% de las acciones del banco en manos de Criteria, una holding propiedad de la Fundación La Caixa, que pertenece, naturalmente, a CaixaBank.
El segundo compromiso concreto es que el dueto Goirigolzarri-Gortázar no piensa devolver un solo euro de lo que el Estado puso para el rescate de Bankia. El Presidente lo ha dicho con finura y elegancia: el FROB podrá recuperar algo de dinero porque, al ser accionista, será bien retribuido si las acciones suben. Ni un euro más. Y eso, según los expertos, supone que apenas se recuperará la cuarta parte del dinero enterrado en la entidad.
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