Y a Gortázar (CaixaBank) le interesa mantener «la cultura de pago del país»

Al Banco de España le preocupan cosas

 

Redacción, 17 de noviembre de 2022

El Banco de España y CaixaBank coinciden: no hay que poner las cosas fáciles a los clientes para que no se acostumbren mal.

Esta es la conclusión que se deriva de dos declaraciones recientes: la del director general del Banco de España, Ángel Estrada, y la del consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, que insisten en que las ayudas a los hipotecados sean temporales y acotadas para no encarecer el crédito a clientes futuros.

Un extraño supervisor

La función fundamental del Banco de España es la de supervisar a las entidades financieras de nuestro país, pero a veces parece más pendiente de salvar sus resultados y de gestionar sus riesgos.

Por eso no sorprende su concidencia en los diagnósticos y en las recomendaciones con los propios bancos a los que debería vigilar y exigir.

En el último informe sobre estabilidad financiera, el Banco de España se muestra muy preocupado por el impacto que la situación macroecónomica tendrá sobre la banca.

¿Ayudas? Temporales y focalizadas

El nuevo impuesto del Gobierno absorberá entre el 5 y el 6% de los 24.000 millones de beneficios que generan los bancos, y al supervisor -el mismo supervisor que no ha exigido la devolución de las ayudas  entregadas por el Estado tras la crisis de 2008- eso le parece mucho.

De manera que advierte: si se dan ayudas a los hipotecados para que afronten la nueva crisis, deben ser ayudas temporales y focalizadas. Nada de dar ayudas a todo el mundo, como se hizo con los bancos.

La cultura de pago

«Hay que ser cuidadoso y no regalar las ayudas», reflexiona el directivo del Banco de España, que, sospechosamente, coincide de lleno con el mensaje del consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar.

Para este hombre, siempre tan preocupado por los demás, «las medidas que se acuerden (en esta crisis) tienen que aplicarse a un perímetro reducido, a los más vulnerables, porque, de lo contrario, se pondría en duda la cultura de pago del país». 

La cultura de pago: esa extraña costumbre de los españoles de a pie de devolver las deudas. Una costumbre que no tienen los bancos y que no les exigen sus supervisores.